viernes, 27 de julio de 2007

A 55 años de su partida


Un el 26 de julio de 1952, Evita dejaba a un pueblo un gran dolor. Ayer se conmemoró el 55º aniversario de su fallecimiento y no podía dejar de mencionarlo en lo que es mi blog.

Sólo que citar unas frases de aquel libro sagrado "La razón de mi vida" que con admiración y emoción leí hace varios años atrás y que hoy lo vuelvo a leer para transcribirles esto:


He hallado en mi corazón, un sentimiento fundamental que domina desde allí, en forma total, mi espíritu y mi vida: ese sentimiento es mi indignación frente a la injusticia.Desde que yo me acuerdo cada injusticia me hace doler el alma como si me clavase algo en ella. De cada edad guardo el recuerdo de alguna injusticia que me sublevó desgarrándome íntimamente.
Recuerdo muy bien que estuve muchos días tristes cuando me enteré que en el mundo había pobres y había ricos; y lo extraño es que no me doliese tanto la existencia de los pobres como el saber que al mismo tiempo había ricos.


....A nadie se hace feliz cambiándole aún toda la riqueza del mundo por una humillación que afecte a la dignidad, que es el tesoro tal vez más precioso y cada vez más preciado por los hombres.


Cuando elegí ser "Evita" sé que elegí el camino de mi pueblo.

Yo me les presenté así, por otra parte, el día que salí al encuentro de los humildes de mi tierra diciéndoles "que prefería ser Evita a ser la esposa del presidente si esa Evita servía para mitigar algún dolor o enjuagar una lágrima".

No hay comentarios: